Cuando uno forma parte de un evento histórico que puede marcar rumbos en el debate de temas muy sensibles, es muy difícil tomar conciencia de la importancia de aquello que se está viviendo. Esto es lo que me ha ocurrido al participar como Vicepresidente Primero de la Junta Directiva representando a la Federación Argentina de Iglesias Evangélicas en la XLVII Asamblea Sinodal Rioplatense de la Iglesia Evangélica Valdense del Río de la Plata realizada en el Parque 17 de Febrero, Colonia Valdense (Uruguay) durante los días 3 al 7 de Febrero de 2010, bajo el lema “Sirvan al Señor con corazones fervientes” (Romanos 12,11).
Por Lisandro Orlov
Esta comunidad de fe, como todas las otras iglesias, ha sido interpelada por nuestro contexto de vida. Nuevas formas de comprender la universalidad del ejercicio de los derechos humanos, el reconocimiento de la metodología de género como herramienta de análisis de las construcciones culturales que han descalificado las identidades que no respondían a reglas estadísticas. Este desconocimiento llevó a la estigmatización, marginación y opresión de pueblos, grupos y personas que no se adaptaban a lo que se consideraba normal por ser numéricamente mayorías.
El tema de las nuevas formas de ser familia, de vivir la sexualidad en forma más transparente y en equidad, comprender las instituciones como medios para logra fines pero sin confundirlas con esas metas, han suscitado nuevas preguntas que han invitado a construir respuestas, muchas de ellas en proceso de construcción.
Es así como la comunión valdense se abocó durante los últimos años a responder las preguntas que rodean al pedido de bendición de parejas de hecho, sean ellas heterosexuales o entre personas del mismo sexo.
Con mucha sabiduría este Sínodo ha aprobado por unanimidad y sin mayor dramatismo una resolución que marca un singular y valiente precedente. En primer lugar coloca el tema en las comunidades locales como el “ámbito privilegiado de autoridad Es la asamblea local la instancia fundamental donde se puede y se debe decidir sobre sus cuestiones esenciales en un ambiente reflexivo y de libertad, siempre en diálogo con la Palabra de Dios y en una escucha atenta a la acción del Espíritu Santo en la vida cotidiana”. Es importante rescatar que esta respuesta es parte de una dinámica y una tensión saludable y positiva entre las nuevas preguntas que suscita la vida cotidiana en el mundo cotidiano que nos lleva a dialogar con Aquel que es la Palabra de Dios bajo la constante y permanente acción del Espíritu Santo. Toda respuesta es siempre un momento provisorio en esta caminar hacia toda la verdad bajo la guía de ese mismo Espíritu.
El comunicado del cuerpo pastoral afirma en el contexto de este debate sobre bendición de parejas de hecho tanto heteros como homosexuales que “Es necesario afirmar que esta temática, como otras, es parte de un proceso reflexivo continuo donde la comunidad iluminada por el amor manifestado por Dios en Jesucristo busca ser fiel a su llamado de anuncia el Evangelio y de manifestar concretamente el amor inclusivo al prójimo” Todo el comunicado pone reiteradamente este tema en una perspectiva de lo provisorio que escapa a todo dogmatismo y desde una profunda perspectiva de respeto de todos los derechos humanos para todas las personas y toda la diversidad de identidades de “manifestar concretamente el amor inclusivo al prójimo”.
En un espíritu de humildad, de reconocimiento de las vulnerabilidades propias reconoce “que la vivencia de la sexualidad y sus consecuencias en nuestras comunidades y sociedades están signadas muchas veces, no por el amor y respeto mutuo sino por el dolor, el sometimiento y la violencia”. No es suficiente la legalidad para valorar una relación sino que las mismas deben ser consideradas en la perspectiva del respeto, de la equidad y la mutualidad.
Es por ello, afirma el comunicado que “notamos una contradicción cuando invisibilisamos estos hechos en el marco de una determinada comprensión de la sexualidad humana y juzgamos rápida y prejuiciosamente otras vivencias en donde se manifiesta el amor y el respeto mutuo”. La comunidad valdense ha dado un paso significativo en la valoración de la diversidad de identidades, relaciones y familias que nos presenta el mundo contemporáneo, y esta mirada honesta es puesta bajo la luz del Evangelio que valora siempre el corazón y no los rituales sin respeto.
Liberados de esas miradas de juicios rápidos y prejuicios destructivos, afirman los pastores valdenses, que es necesario abordar estos temas “desde una mirada más amplia que incluya la sexualidad y el cuerpo humano desde una perspectiva de género y en un diálogo interdisciplinario y ecuménico” que permita superar los prejuicios construidos sobre conocimientos pre científicos.
Colocando este tema en la perspectiva de respetar la diversidad que existe dentro de sus propias comunidades y mostrando que esa diversidad de posiciones con relación a temas de sexualidad no son fundamento para una división, sino que tiene que ser una fuerza que permita continuar la búsqueda común de la verdad que siempre brilla luego de las tinieblas, se comprometen a “animarnos como comunidades a sensibilizarnos y salir al encuentro con acciones concretas de formación, de atención e intervención en este tema que nos demanda una respuesta evangélica solidaria”. Asimismo y como consecuencia de este espíritu de trabajo y obediencia afirman que “si una comunidad recibe un pedido concreto y ha reflexionado, alcanzando un consenso maduro y respetuoso, entendemos que debería sentirse en la liberta de tomar las decisiones pertinentes”.
La comunidad valdense, en el pleno ejercicio de su identidad y compromiso con la libertad de conciencia, introduce ese respeto en las relaciones entre las mismas comunidades de fe y ese reconocimiento, en lugar de producir una ruptura o una tensión, fortalece el compromiso comunitario de continuar buscando aquella luz que ilumina todas nuestras tinieblas.
Doy gracias a Dios por haberme permitido participar de este momento histórico en que por unanimidad en la fe, en la promoción de dignidades y derechos y en el pleno ejercicio de la libertad de conciencia iluminada por el Espíritu de aquel que se hace luz, se ha dado un paso significativo en la construcción de una comunidad y una comunión radicalmente inclusiva. Este es el primer comunicado aprobado por una Asamblea por unanimidad de una iglesia evangélica en América Latina que responda a la cuestión de la bendición de parejas de hecho en su diversidad de identidades.
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Publicado por ALC Noticias el 8 de Febrero de 2010
http://www.alcnoticias.org/interior.php?codigo=16149
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