jueves, 19 de agosto de 2010

Las doctrinas religiosas, no las ideologías políticas están en la raíz de la homofobia, afirma cientista social

La aversión a la homosexualidad, y la violencia que la acompaña, no parecen originarse en ideologías políticas o en el carácter revolucionario o reaccionario de sus agentes, cuanto en “doctrinas religiosas de poder transformadas en sensibilidad cultural y ‘naturalizadas’” afirma el politólogo Helio Gallardo.

Por Guillermo Meléndez

En un artículo de opinión conocido aquí por ALC, el politólogo plantea que mientras en Arabia Saudita son legales castigos corporales y el vínculo homosexual puede castigarse incluso con la pena de muerte, en Nicaragua la homosexualidad constituye un delito castigado con cárcel.

Agrega que en América Latina y el Caribe los aparatos clericales cristianos son en su mayoría homofóbicos “y encuentran fundamento para su violencia social en un mandato de su Dios”.

Gallardo indica que una jueza argentina, puesta desde julio pasado en la situación de casar homosexuales en razón de la igualdad jurídica concedida en ese país al matrimonio homosexual, reseña bien el punto anterior al proclamar que no lo hará debido sus “principios cristianos”.

“En la Biblia, Dios no aprueba esa forma de vivir. La Biblia me enseña que primero tengo que obedecer la ley de Dios, y después la ley de los hombres. Dios ama a toda la gente pero no aprueba las cosas malas que hace... Una relación entre homosexuales es mala”, afirmó la mujer.

Por eso, el artículo atribuye “un singular valor” a la aceptación jurídica del matrimonio homosexual por parte de Argentina, toda vez que desde la conquista ibérica nuestro continente “política y culturalmente, es zona de ‘pensamiento único’”, cuya expresión más acabada ha sido el cristianismo católico. Y en reino de pensamiento único los “otros”, como es el caso de la minoría homosexual, “convocan la violencia”.

Para la institución católica, concluye Gallardo, la práctica homosexual “constituye una aberración”. De ahí la relevancia que concede a la acontecido en Argentina, pues implica socavar una “señorial cultura de discriminación que constituye uno de los focos centrales de la violencia social ‘legitima’, por natural, en el subcontinente. Y de la cobardía e impunidad que las cortejan”.

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Publicado por ALC Noticias el 17 de Agosto de 2010
http://www.alcnoticias.net/interior.php?lang=687&codigo=17652
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