Por Rashad Robinson (*)
Hay un problema con la cobertura de los medios de comunicación acerca de la mega-iglesia con sede en Georgia, EE.UU., del obispo bautista Eddie Long. El problema viene del hecho de que los periodistas sólo están prestando atención a su historial de retórica anti-gay hasta ahora, y es probable que la abandonen una vez que el escándalo haya terminado.
Casi todos los mayores medios de comunicación, viniendo desde los impresos, la radio, la televisión, han recogido la historia de los cuatro jóvenes acusando a Long de mala conducta sexual. Desafortunadamente, la mayoría de los medios de comunicación han fallado en hacer la pregunta más crítica a la mano: ¿Y quién habla por los miles de jóvenes que son víctimas de asalto verbal, domingo-tras-domingo en la iglesia de Long y otros, sólo por ser quiénes son?
Durante su cobertura del escándalo, los medios afortunadamente voltearon su mirada crítica sobre la homofobia que se enseña por algunos líderes en la iglesia negra. Pero es triste y desalentador que tuvo que haber denuncias de mala conducta sexual, para llevarnos al punto en que los medios por fin están escuchando a las voces de las personas que son dañadas por esta retórica.
"No me importa lo que digan los científicos. Tú puedes ser convertido. Tú no naciste de esa manera."
"La homosexualidad y el lesbianismo son abortos espirituales."
"¡Dios dice que tú mereces la muerte!"
Esas son citas reales de Eddie Long. Estos son los mensajes que se han transmitido directamente a un sinnúmero de jóvenes LGBT y sus familias. Aun si esos cuatro jóvenes nunca hubieran presentado estos cargos de coerción sexual, ¿eso hará a aquellas declaraciones menos peligrosas? ¿Ya no merecerían nuestra atención?
El obispo Long ha hecho de este tipo de discurso la piedra angular de su imperial mega-iglesia. Él dice que las personas gays merecen la muerte y los ha condenado al infierno. Fue llamado "uno de los líderes negros más virulentamente homofóbicos en el -religiosamente basado- movimiento anti-gay" por el Centro Sureño Poverty Law. El ha marchado contra la igualdad de matrimonio, se ha manifestado contra las protecciones laborales igualitarias, y perpetúa el mito de que los individuos gays pueden ser "curados" a través del poder de la oración (una falsedad que ha sido desmentida por las principales autoridades de la medicina y la salud mental de la nación). Y aún, los medios de comunicación no miraron críticamente su historial de mensajes anti-gays hasta que las acusaciones de mala conducta sexual surgieron recientemente. Otra vez tenemos que preguntarnos, ¿por qué la intolerancia apenas recibe una mención, hasta que ésta se convierte en intolerancia potencialmente hipócrita?
La supuesta hipocresía del obispo Long está lejos de ser lo único malo en su historia de retórica dañina. Su entera comunidad ha sido víctima de los mensajes que él ha enviado a lo largo de su carrera. Las investigaciones han demostrado que los mensajes anti-gays que vienen desde el púlpito siguen haciendo eco mucho tiempo después de que el servicio religioso ha terminado. En abril del año pasado, Jaheem Herrera, de 11 años de edad, quien creció a un tiro de piedra de la iglesia establecida en Lithonia del obispo Long, se quitó la vida antes que lidiar con el constante acoso anti-gay al que fue sometido en la escuela --todo porque Jaheem era percibido como gay.
Y sólo en el mes pasado varios adolescentes más en todo el país han tomado sus propias vidas después de enfrentar el implacable acoso anti-gay. El obispo Long y otros como él comparten la responsabilidad por estos incidentes. Es su mensaje de intolerancia y fobia el que estos jóvenes agresores llevan con ellos adentro de las escuelas y patios de recreo en todo el país. Este es el mensaje, que alimenta un clima de estigmatización y vergüenza, daña a los jóvenes y los pone en camino de peligro.
Al decirles a las familias que "La homosexualidad es una manifestación del hombre caído", el obispo Long está implicando que ellas no tienen más remedio que rechazar a sus hijos que se identifican como LGBT. Según el grupo Abogados por la Juventud, los estudios han demostrado que los jóvenes gays afroamericanos son más propensos a tener baja autoestima y experimentar pensamientos suicidas, que sus contrapartes de otros grupos étnicos. La organización líder en la prevención del suicidio LGBT en la nación, el Proyecto Trevor, dice que los jóvenes gays que vienen de familias que los rechazaron tienen 8 veces más probabilidades de intentar el suicidio, que sus pares que reportaron bajos niveles de rechazo familiar, o ninguno en absoluto.
Si las acusaciones de mala conducta sexual en contra de él son ciertas, entonces el mismo Long ha sido víctima de una atmósfera de intolerancia que le enseñó desde el principio que su comunidad no lo aceptaría si él fuera fiel a quien es. Pero a pesar de la posibilidad de que él mismo fuera victimizado por esta actitud, no hay duda de que él ha hecho su carrera atizándola.
El obispo Long se ha hecho una muy buena vida predicando un mensaje que ha demostrado que causa daño a la gente joven de su comunidad. Si él practica lo que predica es para una corte el decidirlo. Pero el veredicto no hará que su mensaje sea menos peligroso. Y la ausencia de denuncias escandalosas no debería hacerlo menos noticiable.
Los medios tienen ahora la responsabilidad de mantener un ojo crítico sobre el ambiente dañino siendo perpetuado por el obispo Long y otros como él -y para centrar la atención en el alcance de las palabras del obispo Long y las numerosas víctimas de su mensaje.
(*) Rashad Robinson es Director General de Programas de Medios de GLAAD (Alianza Gay y Lesbiana Contra la Difamación)
(Traducción al castellano: F., México 2010)
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Publicado por The Huffington Post el 5 de Octubre de 2010
http://www.huffingtonpost.com/rashad-robinson/harms-of-antigay-rhetoric_b_750922.html
El texto en castellano fue publicado por Emaús Network el 26 de Octubre de 2010
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