Para que el sacerdote castrense José Eloy Mijalchyk evite seguir bajo prisión domiciliaria. La caución, de 150 mil pesos, fue cubierta en parte por el propio religioso, quien otorgó en garantía una camioneta, mientras que la diócesis puso 115 mil a través de un plazo fijo del Banco Nación. La fiscalía pidió informes al juez.
Por Gerardo Aranguren
Mientras el arzobispo de Tucumán, Luis Villalba, visita el Vaticano junto al cardenal Jorge Bergoglio, su Arzobispado pagó la caución al cura castrense José Eloy Mijalchyk, quien se encuentra procesado por delitos de lesa humanidad en esa provincia, y así evitó seguir con detención domiciliaria como partícipe secundario de la privación ilegítima de la libertad y tormentos contra cuatro personas en la causa Arsenales.
La decisión de la curia tucumana de pagar la fianza de 150 mil pesos había circulado como un rumor el miércoles por la tarde y fue el propio defensor oficial de Mijalchyk quien lo confirmó: a pesar de su voto de pobreza, el cura represor otorgó como garantía una camioneta, valuada en 35 mil pesos, mientras que los restantes 115 mil fueron aportados por el Arzobispado a través de un plazo fijo del Banco Nación.
Fuentes de la fiscalía que actúa en la causa confirmaron que pedirán hoy un informe al juez federal de Tucumán Daniel Bejas para conocer si efectivamente el Arzobispado se constituye como fiador de Mijalchyk. A partir de esta confirmación, podría comenzar una investigación sobre la legalidad de la medida, ya que no es usual que una entidad pública salga como garante de delincuente procesado.
El pasado 29 de diciembre, el juez Bejas procesó al cura represor como partícipe secundario de delitos de lesa humanidad en el centro clandestino de detención que funcionó en el ex Arsenal Miguel de Azcuénaga durante la última dictadura militar.
Según testigos de la causa, Mijalchyk circulaba libremente por los Arsenales y mediante su consejo religioso disuadía a los detenidos privados de su libertad de manera ilegal para que aportaran información al Ejército.
Junto al religioso quedaron procesados 20 imputados más, entre quienes se encuentran Roberto Heriberto “El Tuerto” Albornoz, el ex jefe del Departamento de Inteligencia (D2) de la policía tucumana, condenado a perpetua junto a Luciano Benjamín Menéndez, y el escribano Juan Carlos Benedicto, el otro civil procesado en esa causa.
El “Padre Pepe”, como se lo conoce al obispo castrense, es el primer miembro de la Iglesia Católica acusado en Tucumán en una causa por violaciones a los Derechos Humanos. Mijalchyk está imputado por la privación ilegal de la libertad y las torturas contra María Angélica Mazzamuto de Romero, Roberto Romero y Antonio Raúl Romero, y por la privación ilegítima de la libertad y tormentos de Félix Viterbo Corbalán, quien luego fue asesinado.
Al realizar la acusación, el fiscal federal Emilio Ferrer consideró que “hay motivos para pensar que se trata de una persona que efectuó un aporte que representó una cooperación para la comisión de tales delitos y por ello debe vinculárselo con estos ilícitos”. El funcionario también señaló que en la causa hay pruebas de que el cura “tenía contacto directo con las personas que sufrían el cautiverio en las denigrantes condiciones que han sido ya descriptas y teniendo respecto de los guardias un grado de superioridad que se explicitaba en su libre deambular por el centro”.
Al declarar como imputado, el cura represor negó los cargos que se le atribuyen. También rechazó las pruebas aportadas por el ex detenido Juan Carlos Clemente en el juicio por los delitos en la ex Jefatura de Policía. Allí, Clemente puso a disposición de la justicia documentos de ese ex centro clandestino de detención en el que Mijalchyk aparece como colaborador de la policía para identificar a militantes.
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Publicado por Tiempo Argentino el 12 de Febrero de 2011
http://tiempo.elargentino.com/notas/arzobispado-de-tucuman-pago-fianza-de-cura-ligado-represion
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