jueves, 17 de diciembre de 2009

Carta del Departamento de Justicia y Paz por el día de los Derechos Humanos

Quilmes, 10 de diciembre de 2009

Un nuevo 10 de diciembre nos invita a la reflexión. Día Internacional de los Derechos Humanos, tan nombrados públicamente en estos días y, sin embargo, tan poco respetados. Con una gran vigencia normativa, pero con tanto por avanzar para su pleno goce y ejercicio. Es una ocasión que nos convoca para aceptar el desafío de pensar juntos y juntas los graves sucesos que nos involucran a todos y todas como sociedad y que configuran violaciones a los derechos humanos.

A sesenta y un años de la proclamación universal de los derechos humanos, diariamente descubrimos cuánto falta para su efectivo respeto y vigencia, y nos alarmamos cuando la democracia, presupuesto necesario para ese efectivo respeto y vigencia, se ve debilitada como lo ha sido en estas últimas elecciones, mediante la figura de la candidaturas testimoniales.

Previo a lo que tenemos por expresar, nos gustaría reiterar conceptualmente, que cuando hablamos de violaciones a los derechos humanos, hablamos de vulneraciones que atentan contra los derechos fundamentales del hombre, y que son cometidas por el Estado, en forma directa por su accionar o en forma indirecta por su omisión.

Sin perjuicio de la primordial responsabilidad del Estado en este aspecto, es bueno recordar que en los hechos, es tarea de todos y todas, colaborar de alguna manera para avanzar en la plena vigencia de estos derechos. Existe un grado de responsabilidad de cada ciudadano y ciudadana, y esa responsabilidad tiene el ancho de las posibilidades de las que se goza, es así que se aplican plenamente las palabras de Jesús cuando dice: "A quien se le dio mucho, se le pedirá mucho...", es por ello que, en nuestro caso, no decir en voz alta y con claridad, las situaciones que atentan contra la dignidad humana y violan los derechos humanos, significaría una irresponsabilidad cercana a la complicidad, que la raíz del mensaje profético del evangelio nos impulsa a evitar.

Por estas razones, hacemos públicas en forma muy breve, algunas de las innumerables situaciones de vulneración a los derechos humanos, de las que hemos tomado conocimiento durante este 2009 y que en forma urgente deben ser abordadas y reparadas:

Situación de niños, niñas y adolescentes: Considerando un avance la asignación universal por hijo, consideramos un gravísimo retroceso por parte del Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, la falta de pago en término de distintas becas y subsidios, que benefician a más de 200.000 chicos, y que sin la puntualidad de ese ingreso, son hundidos cada vez más junto a muchos otros, en la pobreza y la indigencia, que es el mar en donde se diluyen todos los derechos y se ahoga la dignidad humana. A ello hay que sumar un peligroso discurso de lucha contra el delito, que tiene siempre en la mira a los menores de edad, quienes paradójicamente, no son estadísticamente relevantes en el examen de la comisión de delitos graves. Resulta llamativo ese discurso, que proviene de una administración que se desentiende de la prevención, no abordando las situaciones de marginalidad de los habitantes de la provincia, y que propone como solución el endurecimiento de la legislación, llevando la discusión sobre el delito, a que hacer cuando el delito se cometió, en lugar de discutir que hacer para que ello no ocurra. Respecto a esta última cuestión, la experiencia de otros países en el manejo del delito y los propios índices de nuestro país, nos indica que el camino de la inclusión social es el camino para reducir la delincuencia. Muchos de nuestros compatriotas, desde que han nacido, lo único que han recibido es un constante desprecio por sus vidas, de parte de la sociedad, del Estado, y no pocas veces también de parte de su familia, por lo que lamentablemente, nada nos puede hacer esperar que esa violencia desaparezca si nunca ha sido abordada adecuadamente. Esperar una sociedad pacífica cimentada en la violencia, esperar la paz sin la justicia, es un signo de inmadurez que debe corregirse para solucionar la raíz de la problemática de la delincuencia.

Para profundizar el tema respecto a los niños, reiteramos y nos remitimos a nuestra carta "No abandonemos a nuestros jóvenes y niños" y para terminar este punto, precisamente respecto a nuestros jóvenes, no podemos dejar de señalar, que la violencia policial se ha llevado ya a 2.826 jóvenes desde 1996, según relevamientos de la Correpi, y sobre estas horas tenemos que agregar tristemente, el caso de Rubén Carballo, quien según las denuncias de sus familiares, habría muerto por la represión violenta, desproporcionada e injustificada de la Policía Federal, lo que nos recuerda inevitablemente al caso de Walter Bulacio.

Medio Ambiente y Salud:

Existen una diversidad de situaciones en nuestra Diócesis, que ponen en peligro el derecho al disfrute de un medio ambiente sano, entre ellas por ejemplo, tenemos la situación que atraviesa el barrio La Rotonda, en Florencio Varela, en donde la falta de control estatal y la inescrupulosidad de varias industrias de la zona han colaborado para vulnerar los derechos ambientales de los vecinos de ese barrio, que está repercutiendo en afectaciones gravísimas a su salud y en particular en los más chicos que habitan en la zona. A esa situación, en Florencio Varela, hay que agregar los altos porcentajes de nitratos y nitritos en la red de agua corriente de esa ciudad, confirmada por estudios de la Universidad Nacional de La Plata, que llevó al Espacio de Tierras para todos y todas a realizar denuncias que no fueron escuchadas, hasta que Vecinos autoconvocados por el "tarifazo" del servicio que presta ABSA se unieron a esta lucha e hicieron de ella una sola lucha.

En el mismo orden, en la Diócesis, así como en el resto del país, los controles estatales deberán trabajar correctamente para hacer cumplir la normativa aplicable a los PCB (Ley 25.670) que impiden que al año 2010 estén en funcionamiento aparatos que los contengan. Hasta ahora en la Diócesis, no se han evidenciado verdaderos controles al respecto, lo cual sumado a la histórica falta de control sobre las industrias, permiten justificar el temor y la oposición de los vecinos de la zona rural de Florencio Varela y Berazategui, a la instalación de una planta de tratamientos de residuos en su zona, y hasta tanto no se hagan efectivos los controles y reparaciones de los casos enumerados y no se otorguen plenas garantías de que no se repetirán esas vulneraciones, ninguna autoridad tendrá legitimidad para proponer la realización de una obra como la que se pretende.

Discriminación:

Considerando un avance, los convenios celebrados por el Gobierno Bonaerense, que permiten tener acceso a un abogado por parte de las víctimas de delitos penales, que no tienen recursos para hacerlo por sus medios. Sostenemos que debe difundirse y generalizarse esta práctica que en muchos casos es desconocida por las víctimas o sus familiares. En este mismo sentido debe avanzarse para disponer de este y de otros mecanismos que aseguren a los más pobres, el acceso a la justicia, tanto en los procesos penales cuando son víctimas, como en otros procesos, en particular respecto de desalojos, en donde por las modalidades del proceso civil los demandados no son informados en forma efectiva, de los derechos que pueden y deben ejercer para su defensa.

Por último destacamos que en estos días, ante el intento por acceder al matrimonio civil de Alex Freyre y José María Di Bello, ha estado en el seno de la discusión pública, el acceso al matrimonio civil de personas del mismo sexo, allí hemos escuchado una diversidad de consideraciones jurídicas en torno al análisis del caso, pero en particular nos ha llamado la atención, las afirmaciones que sostenían que en razón de lo normado en algunos instrumentos internacionales de derechos humanos, como el Pacto Internacional de derechos civiles y políticos, la Declaración Universal de Derechos Humanos y la Convención Americana sobre Derechos Humanos, la posible aceptación de un matrimonio entre personas del mismo sexo, resultaba contraria a dichos instrumentos y por ende a la Constitución Nacional. Restringiendo nuestro análisis a esa afirmación, señalamos la existencia de algunos criterios para la interpretación de los instrumentos internacionales de derechos humanos, como el principio pro homine, que dentro del marco interpretativo del derecho internacional de los derechos humanos, en pocas palabras y aplicado al caso, impide mediante la interpretación de dichos instrumentos, negar el ejercicio y el goce de otros derechos, estén o no reconocidos en esos instrumentos, en el caso de la Convención Americana por ejemplo, ese principio está expresamente contemplado su artículo 29. Debido a estas razones, no puede sostenerse ninguna interpretación de los instrumentos sobre derechos humanos mencionados, que niegue otros derechos no reconocidos en esos instrumentos. Dichas afirmaciones, por cierto, resultan aún sin buscarlo, ser funcionales a un continuo hostigamiento y discriminación por parte de nuestros hermanos creyentes hacia personas homosexuales que, sean creyentes o no, deben en razón de su dignidad, ser acogidos con respeto, delicadeza y sin discriminaciones injustas (Cfr. Catecismo de la Iglesia Católica, N° 2358).

Después de presentar estas situaciones, algunas de las cuales constituyen vulneraciones actuales contra los derechos humanos, no nos olvidamos y seguimos reclamando por las vulneraciones pasadas que se extienden al presente y por ello seguimos solicitando: Aparición con vida de Jorge Julio López, juicio y castigo a los genocidas responsables de tanta muerte, que niegan a las familias de los desaparecidos las restitución de los restos de sus seres queridos, de sus bienes y lo que constituye un crimen con mayúsculas, que es la privación de la identidad de los más de 400 niños y niñas apropiados y tenazmente buscados por Abuelas de Plaza de Mayo.

Con mucho por decir todavía, concluimos esta breve carta, una vez más en este año, con las palabras del salmista que nos inspiran y fortalecen en la tarea de promocionar el respeto por los derechos humanos, al expresar "El Amor y la Verdad se encontrarán, la Justicia y la Paz se abrazarán; la Verdad brotará de la tierra y la Justicia mirará desde el cielo. El mismo Señor nos dará sus bienes y nuestra tierra producirá sus frutos. La Justicia irá delante de él, y la Paz, sobre la huella de sus pasos." (Salmo 85)


Departamento de Justicia y Paz
Vicaría de Solidaridad
Av. Calchaquí 1371 (B1879ETA) Quilmes Oeste
justiciaypaz@obisquil.org.ar
Obispado de Quilmes

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Carta publicada por Obispado de Quilmes el 10 de Diciembre de 2009
http://www.obisquil.org.ar/noticias/2009_10-diciembre.htm
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