sábado, 12 de febrero de 2011

Un encuentro en el Vaticano

El diálogo entre Benedicto XVI y el presidente del Episcopado incluyó los debates internos de la conducción de la Iglesia Católica argentina. También figuraron cuestiones como el matrimonio igualitario y otros avances en relación con la salud sexual y reproductiva.

Por Washington Uranga

El papa Benedicto XVI recibió ayer en el Vaticano, en audiencia especial, al cardenal Jorge Bergoglio, presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), y al resto de los integrantes de la Comisión Ejecutiva del máximo organismo eclesiástico católico. La información oficial acerca del encuentro se utilizó como clara desmentida a las informaciones que señalaron que la visita de la conducción eclesiástica a Roma estuvo destinada a saldar diferencias con el Vaticano y entre los propios obispos. Nada de eso. En el encuentro “se le comunicó al Santo Padre que este viaje permitió expresarle el clima de fraternidad y comunión episcopal de la Iglesia en Argentina y confirmar el vínculo filial con él y la Santa Sede”, dice el comunicado de la CEA.

Bergoglio, acompañado de los arzobispos Luis Villalba (Tucumán) y José María Arancedo (Santa Fe), junto con el secretario general, Enrique Eguía Seguí (obispo auxiliar de Buenos Aires), se encuentran en Roma desde el sábado anterior realizando una serie de conversaciones con los distintos dicasterios (ministerios) de la Santa Sede, con la finalidad de informar sobre diferentes situaciones de la Argentina, en general, y de la Iglesia, en particular. Antes de la reunión con Benedicto XVI los argentinos se encontraron con el secretario de Estado del Vaticano, el cardenal italiano Tarcisio Bertone, una suerte de “primer ministro” del Papa.

La información oficial sobre las reuniones consigna una serie de cuestiones de orden pastoral y religioso: “la importancia (...) de la pronta beatificación del cura Brochero”, “nuestra alegría (de los obispos) y del pueblo argentino por la cercana beatificación de Juan Pablo II” y varios “agradecimientos” del Episcopado argentino hacia Benedicto XVI. El último de los cinco puntos del comunicado indica que también se abordaron “otros temas pastorales e institucionales vinculados a la vida de la Iglesia en Argentina”, sin precisar de qué temas se trata ni explayarse sobre el particular.

A pesar de la falta de precisiones, el escueto comunicado de prensa permite entrever que finalmente los debates internos del Episcopado, así como las “preocupaciones” vaticanas sobre cuestiones tales como el matrimonio entre personas del mismo sexo y otros avances en relación a salud sexual y reproductiva, estuvieron presentes en la agenda. Para Roma siguen existiendo temas “no negociables” y, entre otros, se le está solicitando a la jerarquía local que asuma de manera firme el debate respecto de cualquier intento de despenalización del aborto.

Dentro del escenario del catolicismo mundial, donde América latina es el principal bastión, la Argentina está considerada como uno de los países con mayores lazos culturales y políticos con la Iglesia Católica. El Vaticano no quiere ver de ninguna manera que se debilite su incidencia y la imagen de “país católico” por el avance de legislaciones que contradicen la doctrina eclesiástica.

El miércoles la delegación argentina había sido recibida por el también cardenal argentino Leonardo Sandri, miembro del gabinete de colaboradores del Papa. Aunque no es tema específico de su competencia, en esa ocasión Sandri expresó su “total sintonía” con el Episcopado argentino “en la defensa y promoción de la vida desde su concepción hasta su término natural y de la familia, tal como lo enseña la Iglesia Católica”.

- - -
Publicado por Página 12 el 11 de Febrero de 2011
http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-162177-2011-02-11.html
- - -

No hay comentarios:

Publicar un comentario