viernes, 10 de diciembre de 2010

Personas LGBT en la Iglesia Dinamarquesa

Por Pastor Andrés Roberto Albertsen (*)

No me gusta decir "personas LGBT" porque parece una etiqueta fría e impersonal, pero es una simplificación que me permite ir derecho a lo que quiero compartir.

Este año, respondiendo al interés de varias "personas LGBT" que habían empezado a concurrir a la Iglesia Dinamarquesa en Buenos Aires, decidí armar un curso de catequesis dirigido especialmente para ellas.

En nuestra Iglesia no tenemos un ritual para celebrar públicamente la recepción de un nuevo miembro. Lo más común es que las personas nuevas comienzan a asistir y listo. Pero para algunas de las "personas LGBT" de las que les hablo no era suficiente asistir y listo. Querían celebrar, en el marco de una misa, que habían elegido a la Iglesia Dinamarquesa como la suya, y la manera que encontramos fue la confirmación.

El domingo 5 de diciembre último cuatro amigas LGBT, después de asistir al mencionado curso de catequesis, confirmaron y fueron confirmadas en su fe cristiana en la Iglesia Dinamarquesa en Buenos Aires. Su confirmación me dio la oportunidad de reflexionar acerca de la manera, de las condiciones en que estas amigas se integraban a nuestra iglesia, y lo hice a través de las siguientes palabras que les dije antes de la confirmación propiamente dicha y que ahora quiero compartir con los lectores de Prensa Ecuménica.

Queridas Florencia, Yady, Mónica y Alejandra!

Ahora Uds. confirmarán y serán confirmadas en su fe cristiana. Uds. han elegido que esto suceda aquí, en la Iglesia Dinamarquesa en Buenos Aires, de confesión evangélico-luterana, que no es la iglesia en la que fueron bautizadas. Es más, de uno u otro modo Uds. fueron rechazadas por sus iglesias de origen, y yo doy gracias a Dios porque pudieron distinguir entre Dios mismo y quienes tenemos la vocación de representarlo y que a veces lo hacemos quedar muy mal.

Por supuesto que no les puedo garantizar que no se van a encontrar en esta comunidad con los mismos prejuicios que las llevaron a dejar sus iglesias de origen. Pero bueno, a partir de hoy Uds. son miembros de esta comunidad de pleno derecho y les pido que no dejen pasar las manifestaciones prejuiciosas. Al contrario, ayúdennos y enséñennos a desterrarlas.

Algo más. Si en otros lados se atrevieron a juzgarlas por sus deseos sexuales es muy importante para mí decirles con toda claridad, como ya lo hicimos en los encuentros de catequesis, que aquí las aceptamos y las recibimos con sus deseos sexuales, cualesquiera sean estos, porque lo único que nos importa al respecto es que no hagamos daño a otras personas ni nos hagamos daño a nosotros mismos. Esto no significa que privilegiemos los deseos sexuales por sobre otros aspectos de la personalidad. Pero no hay ningún aspecto de la personalidad que tengamos que disimular ni esconder para ser miembros de esta iglesia.

Por eso hoy les damos la bienvenida a esta iglesia a vos Florencia que estás acompañada por tu esposa Griset. Les damos la bienvenida a Uds. dos Mónica y Yady cuyo matrimonio bendijimos en esta iglesia el otro sábado.

Te damos la bienvenida a vos Alejandra que padeciste disforia de género, pero pudiste someterte a la operación de adecuación sexual y hoy te confirmás con el nombre que se corresponde con tu verdadera identidad y no con el que erróneamente te asignaron al nacer, cuando ignoraban tu disfunción.

También les damos la bienvenida a vos Florencia que sos una mujer emprendedora que se desvive por tu ahijado Tobías (aclaro que Tobías, de 7 años años, fue bautizado el 5 de diciembre en el marco de la misma misa en que fueron confirmadas las chicas), a vos Mónica que sos la profesora favorita de muchos de tus estudiantes, a vos Yady que escribís poesía y tenés varios libros publicados, a vos Alejandra que sos una incansable luchadora en favor de los derechos humanos.

Queridas Florencia, Mónica, Yady y Alejandra! Bienvenidas a esta comunidad con las peculiaridades y la singularidad de cada una y que el ejemplo que Uds. cunda para que todos y todas los que integramos esta comunidad podamos cada uno sus peculiaridades florecer, enfrentar la muerte y mantener siempre viva la esperanza. Amén. + (PE) Pastor

(*) Andrés Roberto Albertsen es Pastor de la Iglesia Dinamarquesa en Buenos Aires. www.iglesiadinamarquesa.com.ar

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Publicado por Ecupres - Prensa Ecuménica el 8 de Diciembre de 2010
http://www.ecupres.com.ar/noticias.asp?Articulos_Id=9257
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